lunes, 10 de enero de 2011

Desperté de una pesadilla...

Un nuevo año. 2011 se muestra como una nueva oportunidad, y créanlo que en verdad para mi lo es. Por que como siempre en la telenovela de mi vida, hay nuevos cambios. Después de un periodo laboral de terror y nefasto, me encuentro de nuevo en lo mio, regresé a la comunidad, a lo que realmente amo. 




Me siento tan en paz,  y sobre todo cuando voy a mi nuevo trabajo me dirijo hacia él con una sonrisa en la cara, por que en primer lugar conozco el area, y se lo que voy a hacer. En segundo lugar me olvidaré por un momento de los uniformes (hasta que no se me asigne uno) así que es un excelente pretexto para ir de shoping y me compraré camisas y pantalones. Se que esto suele sonar trivial y vana, pero esto para mi es parte de mi liberación personal.






La otra parte de dicho despertar es lo que lo hace realmente significativo. Si seguía en dicha institución corría el riesgo de convertirme en un burócrata pragmático, insensible y sobre todo incapaz de ser empatico con la necesidad  del otro. Cada día que me despertaba por las mañanas y me miraba en el espejo de mi baño, veía a a alguien completamente ajeno y desconocido. Ya no era el mismo, ni me sentía el mismo. Me imaginaba poco a poco transformarme en un ser pequeño, gris, y mezquino (como "smigol" el personaje de el señor de los anillos, que siendo un ser de naturaleza bondadosa, su alma y ser son corrompidos por el poder del anillo). 






Tal vez suene exagerada la comparación, pero un dia desperté y no me gustaba lo que veía en el espejo, me sentía que habia traicionado mis principios, mis valores y sobre todo que había lanzado por un caño mi dignidad, a cambio de una estabilidad económica; pero de verdad ahora ya no me importa si en el programa en el que estoy termina, ya que puedo tocar puertas y se que las oportunidades se presentarán. De hecho en el lugar que actualmente estoy fue gracias a la recomendación de mi ex-jefa, y sobre todo gracias a dios por hacerme este regalo de inicio de año.


Ahora en un entorno laboral más sano, totalmente ajeno a envidias, protagonismos, y sobre todo con personas con características afines a las mías, (sencillos, sensibles y con un espíritu de servicio externado) decido emprender esta nueva empresa, y les juro que esta vez enfrentaré con optimismo, y de frente lo que venga. 




Y como dijo la sabia Judy Garland en el "mago de oz": No hay lugar como el hogar tía Emm".

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