Esta entrada nació a raiz de una pelicula que vi el fin de semana pasado en la barra nocturna del canal de la CONACULTA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes). A las 12 de la noche "ZONA D" muestra tanto documentales como filmes con tematica gay y en general para la comunidad LGTB.
Dicha pelicula es "La Segunda Piel", protagonizada por aún un joven Javier Bardem , Jordi Mollá y Adriana Gill, quienes dan vida a este triangulo amoroso con final trágico. La cinta tiene por fecha 1999, y hasta el dia de hoy la temática manejada por la misma suele ser más común de lo que pudiéramos imaginar: un hombre casado con su esposa, viven un matrimonio aparentemente feliz en la compañía de uno o varios hijos; del otro lado de la moneda vemos al mismo hombre que está "felizmente casado", y que tal pareciera que tuviera todo resuelto, mantiene de manera clandestina una relación con una persona de su mismo sexo, en el caso de la cinta es un médico traumatologo que sin dobleces ni prejuicios decide tirarse de cabeza a la piscina del amor con Alberto un joven y prestigioso ingeniero aeronáutico el cual esta unido a Elena, que para rematar el cuadro tienen un hijo de 6 años de edad.
Durante todo el desarrollo de la cinta fue un reflexionar, y con ello hacerme preguntas, una y otra vez, y tras ello sacar a conclusión que la situación expuesta no es desconocida para mi país. Es uno de los tantos "secretos a voces", que mi México tiene, y que por desgracia no se habla del tema por temor, a ser señalado y juzgado por una sociedad sentenciada a ejercer el rechazo como la única forma de mantener un sistema aparentemente ya establecido.
México tiene miedo a hablar con la verdad, prefiere mejor evitar el problema que poner cartas en el asunto. Pienso con esto, en los millones de hombres de este pais que caminan por la calle con una "Segunda Piel"a cuestas o en su defecto se conforman con encuentros ocasionales para mitigar por tan solo 5 minutos la frustración y el dolor de no encarar su propia sexualidad, y junto con ello vivir con ello una mentira que cual bomba de tiempo amenanza constantemente con explotar y desencadenar un sin fin de situaciones por demás dolorosas.
Inclusive en nuestro mismo "gremio", ha optado por mantener dos posturas, primero el rechazo al entablar una relación con una persona con "compromiso" previo, y otra hacerse de la vista gorda, aceptar la situación no pensando con ello en las consecuencias posteriores, como lo referí en anteriores lineas, en alguno de los casos más puede los impulsos del corazón que la propia razón.
No deseo juzgar a nadie, ni mucho menos referir que su servidor tiene la verdad absoluta. Tampoco es mi intención ejerser una opinión con tintes moralistas, pues creo que cada quien es responsable de sus acciones y cada quien elige el camino que desea recorrer. Más sin embargo me hago los siguientes cuestionamientos: ¿Hasta cuando se puede mantener una mentira?, ¿ Por qué estar en una relación en la cual no se es feliz?, ¿ Por qué si la persona es homosexual decide optar por el matrimonio, en ves de asumir con dignidad su orientación sexual?, y la más importante ¿Hay una justificante para la infidelidad?
El tema es delicado, y es aún tabú para México y cualquier sociedad, por eso sigo en mi ejercicio de reflexión esperando en algún momento encontrar respuesta para esta o otras dudas que surgirán en su momento, y abro este espacio para el análisis y que cada quien haga sus propias conjeturas, esperando que las mismas tengan en su génesis la inclusión.