viernes, 26 de febrero de 2010

24 de Febrero... 27 años y seguimos en pie de lucha

No cabe duda que no todos los cumpleaños son iguales. Mucho menos los cumpleaños en los cuales cae entre semana, y no hay más remedio que acudir a la oficina, o en mi caso ir a atender a una familia disfuncional a una pequeña ranchería que esta a 2 horas y el único medio de transporte es un autobús que pasa cada 30 minutos.

Ni se diga el hecho de pensar que se me otorgara ese día. Pero cada día al regresar a casa y ver a mi familia, me incentiva a seguir, a luchar por ellos, y sobre todo por mi mismo.


También, es un momento en el cual tengo para hacer un ejercicio de introspección, mi pasado en el cual se caracterizo por una niñez dulce, donde las fantasías eran fomentadas por una abuela legendaria sin tiempo, que se preparaba día con día para ese viaje que haría, la travesía a la cual todo ser humano tendrá que realizar algún día, y como tal, no se tiene por que temer, pues es el lugar de origen, o como ella decía el regreso a casa. y que ahora en mi adultez logro comprender, todo ese regalo de enseñanzas y que guardo muy celosamente en mi corazón, así como el recuerdo del ultimo regalo que me dio antes de marcharse, la colección de libros de Caridad Bravo Adams. 


Los sueños utópicos de ese tiempo, dieron paso como un remolino que transforma todo a su paso, al despertar de la adolescencia, la búsqueda de la identidad, que en mi caso no fue fácil, pues tuve que aceptar que era parte de una comunidad que todos los días tiene que enfrentarse a un sin número de situaciones para lograr una inclusión, a pesar del señalamiento, del estigma, y del rechazo que me ha tocado vivir en carne propia. Pero a la par de eso, la adolescencia también fue el momento del primer beso, aquel que fue dado de manera mágica inesperada y a la vez fugaz, y que abrió mi corazón y mi alma a una esperanza que sigue adherida a mi piel, como parte de mi mismo. Aquel primer amor, del cual tengo un gran recuerdo, del cual experimenté la comunión entre el cuerpo y el alma misma.




Ahora a mis recién estrenados 27 años, la alegría, los momentos se felicidad se agradecen al sabio universo, los momentos de oscuridad sirven como experiencia, así como los errores son áreas de oportunidad para crecer y ser mejor. No quiero terminar este post, sin antes agradecer a dos entrañables amigas y hermanas "bloggeras" que han estado al pendiente de las locuras de este seguidor del Chick-lit, grácias a ustedes este post sobrevive y me impulsa a continuarlo.



lunes, 15 de febrero de 2010

el grinch de San Valentín


Han pasado exactamente dos semanas desde mi partida de mi anterior lugar de trabajo, y actualmente me encuentro en un pueblo que si bien esta considerado como ciudad, no se ha deslindado de sus arquetipos, clichés e ideas lineales y casiquistas.

Mi vida se ha convertido en una rutina, desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche que es cuando llego a casa para nuevamente tomar un baño e irme a dormir. En si, mi jornada laboral es de 8 horas, pero tres de ellas son utilizadas en el traslado a mi lugar de trabajo y regreso del mismo. En cuanto a mis compañeros y jefe directo puedo decir que son muy diversos, y solo puedo decir que tienen una dinámica muy diferente, esto creo que se debe en gran medida al propio ritmo de la  comunidad, es más lento, y por ende los servicios se proporcionan de manera tardía, así que creo que debo de adaptarme a que hay días muy pero muy tranquilos.

Pero es trabajo, y se de antemano que esto se avenía, de hecho creo que esto es parte de mi profesión, pues la asistencia social en México a esto se enfrenta día con día, a un panorama donde la intervención social se ve delimitada por instituciones cuyos programas carecen de una metodología bien definida y estructurada, así como la carencia de recursos.

Así llegamos al 14 de febrero que por un lado, celebramos el mercadotécnico día de San Valentin, con sus precios exorbitantes en chocolates, tarjetas, dulces, muñecos de peluches, cd´s y demás artículos que sirvan para demostrar a ese ser que amas que estas agradecido con la vida  de tan bello encuentro. En mi caso, pues digamos que fue un recordatorio de que los amigos, los verdaderos amigos están siempre a tu lado, tanto en una noche en un pub, como en los tiempos no tan soleados. Pero creo que no necesitas de un día en especifico cuando tienes los demás 364 dias de todo el año para demostrar cuanto amas a tus seres queridos. Obvio que este comentario cuando lo expuse ante mis amigos me catalogaron como el "grinch de San Valentin"

Se que el amor, el verdadero amor tarda en llegar, tal vez tenga que esperar varios años o una vida entera pero creo que llegara en su justo momento, pues creo que si en canciones, libros y en todo momento se habla del amor idílico, se que este se manifiesta en cualquier momento, solo es cuestión de buscarlo y  luchar por él.Creo que esta percepción no me hace un grinch o si...?

Unido a esta celebración mi ciudad cumplió sus 468 años, o mejor dicho se cumple 468 años de la actual ubicación de esta ciudad  de claro-oscuros, de clérigos que añoran ser políticos, y a su vez de políticos que desean ganarse el cielo otorgando donativos a costa del trabajo del ciudadano. Así es Guadalajara la de los tapatíos, gente de fe, que es capaz de morir por su equipo de fútbol, ya sea Chivas o Atlas, que se come una torta ahogada sin importarle las calorías, y mitigar su sed en un día caluroso con un delicioso tejuino, endulzarse la vida con una jericalla o saborear un delicioso pozole mientras escucha "Guadalajara" al son de un gallardo mariachi.


Este es mi Ciudad a la que pertenezco y con todo y errores la amo. Felicidades a todos los que tenemos la fortuna de ser simplemente "Tapatios"