Desde que inicie mi afición por la literatura me he encontrado con un sin número de obras de las diversas temáticas. Desde el realismo mágico, pasando por la literatura rosa tradicional, el suspenso, y mi nueva afición literaria y que fue el génesis para este espacio el chick-lit, mi experiencia con la literatura Gay se reduce a unos cuantos ejemplares, pues aunque les resulte difícil de creer no es sencillo encontrar literatura que hable de mi gremio, pues en primer lugar hay un rechazo latente por parte de las librerías comerciales a este genero, unido a esto el precio de estos suele ser algo elevado, y no podemos dejar de mencionar que hay una cierta "pena", nos avergüenza preguntar por un titulo que hable del amor entre personas del mismo sexo.
Es en estos pocos casos, por que creo yo que la vida esta llena de encuentros, para los que tenemos el hábito de leer, y en mi caso más que un habito es un vicio, encontrarte con un buen libro es un placer de la vida, más si estos dejan en ti un gran sabor de boca. Con al filo de tu Piel de Jose Ignacio Valenzuela, nos reafirma que las grandes historias de amor se dan en todos los escenarios, y que son inherentes a las preferencias sexuales, pues el amor es un sentimiento universal. Más que eso, el amor que siente Diego por Ulises, es el reflejo de nuestros propios sentimientos, pues en el camino de querer a alguien e incluirlo en tu plan de vida, es un proceso en el cual se van a presentar un sin fin de situaciones: perdidas, encuentros, ira, desesperación, deseo, ilusión, fantasía y sobre todo la misma realidad que esta supera cualquier ficción.
A pesar de que la historia constantemente se revela el final trágico de la misma, es el viaje de la búsqueda constante de la identidad personal, que a mi parecer es una lucha interna que se tiene a lo largo de la existencia, pues el ser humano evoluciona a cada paso que da.
Jose Ignacio Valenzuela nos muestra una historia sensible, y que refleja la esperanza que tenemos los que pertenecemos a este grupo, de tener un amor que nos acompañe, pero que inclusive el amor más idílico se enfrenta a las cuestiones del destino, y que el corazón se rige bajo la ley de "No se crea ni se destruye simplemente se transforma".