No cabe duda que no todos los cumpleaños son iguales. Mucho menos los cumpleaños en los cuales cae entre semana, y no hay más remedio que acudir a la oficina, o en mi caso ir a atender a una familia disfuncional a una pequeña ranchería que esta a 2 horas y el único medio de transporte es un autobús que pasa cada 30 minutos.
Ni se diga el hecho de pensar que se me otorgara ese día. Pero cada día al regresar a casa y ver a mi familia, me incentiva a seguir, a luchar por ellos, y sobre todo por mi mismo.
También, es un momento en el cual tengo para hacer un ejercicio de introspección, mi pasado en el cual se caracterizo por una niñez dulce, donde las fantasías eran fomentadas por una abuela legendaria sin tiempo, que se preparaba día con día para ese viaje que haría, la travesía a la cual todo ser humano tendrá que realizar algún día, y como tal, no se tiene por que temer, pues es el lugar de origen, o como ella decía el regreso a casa. y que ahora en mi adultez logro comprender, todo ese regalo de enseñanzas y que guardo muy celosamente en mi corazón, así como el recuerdo del ultimo regalo que me dio antes de marcharse, la colección de libros de Caridad Bravo Adams.
Los sueños utópicos de ese tiempo, dieron paso como un remolino que transforma todo a su paso, al despertar de la adolescencia, la búsqueda de la identidad, que en mi caso no fue fácil, pues tuve que aceptar que era parte de una comunidad que todos los días tiene que enfrentarse a un sin número de situaciones para lograr una inclusión, a pesar del señalamiento, del estigma, y del rechazo que me ha tocado vivir en carne propia. Pero a la par de eso, la adolescencia también fue el momento del primer beso, aquel que fue dado de manera mágica inesperada y a la vez fugaz, y que abrió mi corazón y mi alma a una esperanza que sigue adherida a mi piel, como parte de mi mismo. Aquel primer amor, del cual tengo un gran recuerdo, del cual experimenté la comunión entre el cuerpo y el alma misma.
Ahora a mis recién estrenados 27 años, la alegría, los momentos se felicidad se agradecen al sabio universo, los momentos de oscuridad sirven como experiencia, así como los errores son áreas de oportunidad para crecer y ser mejor. No quiero terminar este post, sin antes agradecer a dos entrañables amigas y hermanas "bloggeras" que han estado al pendiente de las locuras de este seguidor del Chick-lit, grácias a ustedes este post sobrevive y me impulsa a continuarlo.
También, es un momento en el cual tengo para hacer un ejercicio de introspección, mi pasado en el cual se caracterizo por una niñez dulce, donde las fantasías eran fomentadas por una abuela legendaria sin tiempo, que se preparaba día con día para ese viaje que haría, la travesía a la cual todo ser humano tendrá que realizar algún día, y como tal, no se tiene por que temer, pues es el lugar de origen, o como ella decía el regreso a casa. y que ahora en mi adultez logro comprender, todo ese regalo de enseñanzas y que guardo muy celosamente en mi corazón, así como el recuerdo del ultimo regalo que me dio antes de marcharse, la colección de libros de Caridad Bravo Adams.
Los sueños utópicos de ese tiempo, dieron paso como un remolino que transforma todo a su paso, al despertar de la adolescencia, la búsqueda de la identidad, que en mi caso no fue fácil, pues tuve que aceptar que era parte de una comunidad que todos los días tiene que enfrentarse a un sin número de situaciones para lograr una inclusión, a pesar del señalamiento, del estigma, y del rechazo que me ha tocado vivir en carne propia. Pero a la par de eso, la adolescencia también fue el momento del primer beso, aquel que fue dado de manera mágica inesperada y a la vez fugaz, y que abrió mi corazón y mi alma a una esperanza que sigue adherida a mi piel, como parte de mi mismo. Aquel primer amor, del cual tengo un gran recuerdo, del cual experimenté la comunión entre el cuerpo y el alma misma.
Ahora a mis recién estrenados 27 años, la alegría, los momentos se felicidad se agradecen al sabio universo, los momentos de oscuridad sirven como experiencia, así como los errores son áreas de oportunidad para crecer y ser mejor. No quiero terminar este post, sin antes agradecer a dos entrañables amigas y hermanas "bloggeras" que han estado al pendiente de las locuras de este seguidor del Chick-lit, grácias a ustedes este post sobrevive y me impulsa a continuarlo.